Las asociaciones industriales y los organismos profesionales están en constante evolución. Ocupan una posición distintiva en la economía y su gestión puede ser excepcionalmente compleja.
Uno de los factores críticos para el éxito de estas organizaciones es la capacidad de atraer y retener miembros, proporcionándoles representación confiable, servicios y desarrollo profesional.
Junto a estos compromisos, tienen que ser la voz de un grupo diverso de intereses, donde el liderazgo y la gestión de las relaciones interpersonales son piezas clave.