La brecha generacional es algo más que una conexión perdida. Crea una plantilla aislada y desalineada, reduce el compromiso y ahoga la intercambiabilidad de ideas y perspectivas, fundamental para la creatividad y el pensamiento empresarial.
Solo uno de cada cinco miembros de la Generación Z ha hablado con alguien mayor de 50 años en el trabajo en el último año, mientras que el 40 % de los mayores de 55 años ha evitado activamente las conversaciones con sus colegas más jóvenes, los que tienen alrededor de 27 años o menos.
Y lo que es más grave, se produce una pérdida significativa de transferencia de conocimientos de los trabajadores de más edad, en un momento en que muchos se jubilan. Las consecuencias de esta división son mensurables. En las empresas que muestran una escasa inclusión intergeneracional, se ha descubierto que los empleados con jefes de más de 12 años tienen casi 1,5 veces más probabilidades de declarar una baja productividad en comparación con otros compañeros.
Esto supone un reto crítico para los líderes si quieren construir organizaciones ágiles, resistentes y de alto rendimiento, capaces de un crecimiento sostenido. Basándonos en nuestras conversaciones con líderes de todo el mundo, he aquí cómo muchos están abordando este problema y rompiendo las cámaras de eco generacional dentro de sus organizaciones.
Talleres intergeneracionales y consejos asesores paralelos
Los talleres intergeneracionales reúnen a empleados de distintos grupos de edad en un entorno de colaboración en el que pueden entablar debates abiertos, compartir conocimientos y resolver problemas de forma colectiva.
Del mismo modo, los consejos asesores paralelos, en los que los empleados más jóvenes aconsejan a los altos directivos, ofrecen una vía para que las ideas y puntos de vista nuevos lleguen a los responsables de la toma de decisiones. Esto no sólo empodera a los empleados más jóvenes, sino que también ayuda a los líderes a estar en sintonía con las necesidades y expectativas cambiantes de una plantilla diversa. A través de estas iniciativas, los líderes crean motivos para que las generaciones más jóvenes y las mayores trabajen juntas, al tiempo que fomentan la empatía y el entendimiento intergeneracional.
Inclusividad a través del liderazgo
Las generaciones más jóvenes buscan líderes que fomenten las aportaciones e ideas de todos los miembros del equipo, independientemente de su rango. Este estilo de liderazgo inclusivo requiere que los líderes se sitúen como parte del equipo y no por encima de él, y que utilicen su autoridad para crear un sentimiento de apertura y pertenencia.
Un estudio de Deloitte muestra que el liderazgo inclusivo se filtra al resto de la organización, lo que conduce a un aumento del 29% en la colaboración en equipo y del 17% en el rendimiento del equipo.
Vías claras de desarrollo y planificación de la sucesión
Contar con un plan de sucesión bien definido para los puestos de liderazgo indica una fuerte inversión en el futuro de las generaciones más jóvenes de la empresa, lo que conduce a una mayor implicación y compromiso. Cuando los empleados más jóvenes ven que existen oportunidades claras de progreso y que los líderes actuales les están preparando activamente para futuros puestos de liderazgo, se sienten más valorados y motivados para colaborar.
Este enfoque fomenta el sentido de pertenencia y reduce las diferencias generacionales, ya que los empleados más jóvenes se implican más en los objetivos estratégicos de la organización y colaboran más estrechamente con los compañeros de más edad. Se demuestra así un compromiso con el desarrollo del talento en todos los grupos de edad. Los líderes pueden crear una plantilla más cohesionada, dinámica y con visión de futuro.
Estilos de comunicación adaptables
Normalmente, los baby boomers dan prioridad a las conexiones personales y a la comunicación formal. Aprecian las llamadas telefónicas, las reuniones y la comunicación cara a cara. La Generación Z, en cambio, adopta la comunicación digital como forma habitual. Prefieren la mensajería instantánea, las videoconferencias y las herramientas de colaboración, al tiempo que aprecian el feedback auténtico y en tiempo real.
Al establecer conexiones independientemente de la edad o el rango, estos líderes reúnen a un abanico diverso de empleados, animándoles a trabajar juntos como un equipo cohesionado.
Una visión clara para todos los empleados
Establecer una visión clara que resuene entre los empleados de todas las generaciones es esencial para acabar con las cámaras de eco generacionales. Cuando los líderes articulan una visión convincente para el futuro, unen a los empleados en torno a objetivos y valores comunes, fomentando un sentido de propósito compartido. Esta claridad ayuda a alinear las diversas motivaciones y expectativas de los distintos grupos de edad, fomentando la colaboración y el apoyo mutuo.
Comunicando sistemáticamente esta visión y demostrando que la contribución de cada empleado es esencial para alcanzarla, los líderes pueden salvar las diferencias generacionales y crear una plantilla cohesionada y motivada.
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