Después de una década de expansión y grandes ganancias, el sector del transporte marítimo afronta el reto de una disminución en la demanda, un exceso de nuevas naves y tarifas de flete reducidas. Los métodos tradicionales de financiación se han erosionado y el aumento de capital privado ha sido una sorpresa para muchos. Un mayor marco regulatorio, incluyendo los controles de emisiones, seguridad portuaria y las prácticas laborales; todo afecta al futuro del sector.
A su vez, los desafíos a los que tiene que enfrentarse el sector del transporte marítimo tienen un impacto directo en el sector de los servicios marítimos: industria portuaria, seguros marítimos, clasificación, astilleros, gestión naviera, servicios legales o de corretaje, y servicios offshore para la industria de petróleo y gas.