Dinamarca alberga algunas de las principales empresas del mundo, en industrias tan diversas como la farmacéutica, las energías renovables, el transporte y los bienes de consumo.
Todas las empresas se caracterizan por ejecutivos que sobresalen en la creación de empoderamiento. La cultura de gestión escandinava involucra y compromete a todos los empleados de la organización, minimizando la jerarquía en favor de la confianza, dando cabida al compromiso individual y personal.
Además, Dinamarca encabeza la lista de los países menos corruptos del mundo y es reconocida como una sociedad justa con la gente más feliz. Dinamarca ofrece un entorno empresarial atractivo para los inversores extranjeros.
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