La consolidación, compartir riesgos y los precios más bajos del petróleo son algunos de los factores que han contribuido a disminuir la presión de las aerolíneas. Con el objeto de garantizar la rentabilidad a largo plazo, las aerolíneas y los proveedores deben centrarse en la innovación y la incorporación de nuevas tecnologías para reducir costos, así como en proporcionar un servicio de excelencia en una variedad de productos.
La inversión creciente por parte de firmas de capital privado exige que aeropuertos y operadores de infraestructuras optimicen sus organizaciones, aprovechando nuevas tecnologías de consumo y estrategias de negocio para obtener una rentabilidad estable.